SENDERISMO POR BANYERES DE MARIOLA
Este año tocaba Mariola. El año pasado bordeamos este fantástico
parque natural, pero este año teníamos que explorar todos sus
rincones llenos de encanto e Historia.
A las 7.45 horas quedábamos para coger el autobús. El cambio del
emplazamiento habitual nos costaba cierto retraso, pero una vez en
marcha nos dirigimos hacia nuestro destino: Banyeres de Mariola. Ya a
pie, bajamos hasta el Molí l' Ombria, dónde se realizó el
briefing de la marcha a unos 4º C. Comenzamos a andar por la zona
cruzando varias veces el rio para darle un poquito de emoción y
despertarnos del todo. Desde allí nos adentramos en la Sierra de
Fontanella, un entorno mágico donde canturreaban los pájaros y se
oía el suave transcurrir de fuentes y arroyuelos.
La primera parada técnica se realizaba antes de salir de la sierra,
y una vez repuestas las fuerzas, nos dispusimos a llegar hasta el
Parque Natural. Para que un grupo tan numeroso (unas 50 personas)
pudiera acceder a él, tuvimos que pedir permiso a la oficina de
Medio Ambiente pertinente, pero siempre es un placer disponer de ese
tipo de apoyo por si las cosas se tuercen.
La marcha continuaba a ritmo cómodo para que todos,
independientemente de nuestro estado de forma, pudiéramos disfrutar
sin acabar extenuados. El sol apretaba y tocaba quitarse prendas,
hasta que llegamos hasta la primera fábrica. El entorno bucólico y
decandente hablaba de épocas pasadas dónde la industria del papel
brillaba en todo su esplendor. Pero poco a poco, la naturaleza de
adueñaba de los restos e imponía su ley.
Continuábamos la marcha y llegamos por fin a la fábrica de Blanes,
dónde remontando un sendero que recorría bonitos recodos del río
Vinalopó, llegamos a su nacimiento en la Font de la Coveta. Los
guías dejamos al grupo disfrutando de la zona para asegurar la zona
del Toll Blau. Se trataba de unas pozas de agua esmeralda por la que
varios saltos de agua creaban impactantes imágenes. Un pasamanos
horizontal protegía al grupo de cualquier resbalón y caída
desafortunada, y así todos pudieron disfrutar de estas panorámicas.
Comimos tranquilamente y como el tiempo apremiaba, afrontamos las
últimas cuestas de la ruta a un ritmo mayor, y así de paso
satisfacer a los senderistas más en forma. Llegada al autobús y
vuelta a San Vicente del Raspeig.
Gran jornada de senderismo que juntaba a todos los miembros de
nuestra comunidad educativa en un entorno ideal, y con plena
seguridad. Hasta el año que viene.
Fotografías por gentileza de Fernando
Fotografías por gentileza de Fernando
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